Wes Anderson (Houston, 1969) no pierde su tiempo. Acostumbra a dejar pasar entre dos y cuatro años para lanzar el estreno de su próxima película. Ahora nos presenta cuatro nuevos cortometrajes en la plataforma Netflix, reunidos en un filme de apenas 90 minutos, cuyo título se advierte en el inicio de esta columna. A pesar de que todavía resuenan los éxitos su última obra, “Asteroid City”, se ha embarcado en la realización de cuatro cortometrajes de puro humor negro. Tan elegante y sugerente es su puesta en escena, que puede ser apta para todas las edades, aunque en la plataforma se advierte su restricción para menores de trece años.
Este filme se ha apoyado en cuatro relatos del escritor Roald Dahl (“Charlie y la fábrica de chocolate”, “Matilda” y “El BGG”, también llevados al cine por Andersen) para dar una lección de maestrá formal y buen gusto.
Anderson siempre trabaja con un reparto estelar. Esta vez los relatos están protagonizados por cuatro actores de la talla de Cumberbatch, Fiennes, Kingsley y Patel que entran y salen de estas historias (sobre todo en la primera y en la cuarta) con escenarios preparados dentro de un estudio con una escenografía muy original que cambia en la medida que el relato sugiere disintas locaciones imaginarias, personajes que se desdoblan y locaciones ficticias integradas por la mano de un maestro.
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