El pugilista azteca hizo valer su apodo arriba del ring y cumplió su promesa de llevarle a México un nuevo cinturón
En
una gran noche para el deporte mexicano, Isaac ‘Pitbull’ Cruz le regresó a
nuestro país uno de los cinturones más importantes para el boxeo nacional al
proclamarse campeón superligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) luego
de vencer en ocho rounds a su oponente Rolando Romero.
El
encuentro se llevó a cabo en el T-Mobile en Las Vegas, Nevada, en una de las
mejores exhibiciones del mexicano en los últimos años pues no arriesgó la pelea
al no permitirle a su rival ponerse a la distancia que mejor le convenía y
dominó desde el inicio para terminar con un nocaut en tan solo ocho asaltos
luego de la intervención del referee quien detuvo la pelea para proteger al
luchador norteamericano.
A lo
largo del enfrentamiento, ‘Pitbull’ Cruz hizo que su oponente se tambaleara,
sin embargo, el estadounidense no pudo soportar las combinaciones del peleador
azteca y ante miles de fanáticos, la gran mayoría apoyando al local, los paisanos
estallaron cuando se proclamó el triunfo del pugilista.
Uno
de los aspectos que destacaron los expertos en esta disciplina fue la constante
labor que hizo el equipo de Isaac Cruz para que éste no diera oportunidad a
Rolando Romero de poder responder los embates del boxeador, estrategia que
resultó ser efectiva pues su rival es conocido por su resistencia y fuerza en
sus golpes.
¿Qué sucedió en la pelea?
En
una emocionante velada en la T-Mobile Arena, el boxeador apodado “Pitbull” Cruz
demostró su destreza y fuerza en el ring desde el primer momento, tomando la
iniciativa con poderosos golpes contra su oponente, Romero. A pesar de un
comienzo en el que Romero pareció soportar el embate inicial, un segundo
impacto en el primer asalto lo dejó visiblemente afectado.
Con
la llegada del segundo asalto, Romero adoptó una postura más defensiva, una
estrategia complicada por la agresividad de Cruz, especialmente en sus golpes
dirigidos al abdomen. Cruz, mostrando un mayor control de la pelea, continuó
dominando a Romero, quien recurrentemente buscaba los abrazos para mitigar el
castigo recibido.
El
encuentro alcanzó su punto crítico en el séptimo asalto, momento en el que Cruz
intensificó su ofensiva con ganchos al hígado y volvió a poner a Romero en
serias dificultades. Finalmente, en el octavo round, Cruz lanzó a Romero contra
las cuerdas y lo sometió a un castigo constante, deteriorando su estado físico
hasta que el réferi decidió intervenir y detener la pelea.
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