El presidente de la Fundación La Caixa, Isidre Fainé (Manresa, 1942), ha sido reelegido este martes como presidente de la CECA por unanimidad para un nuevo mandato de seis años. El banquero ocupa el máximo cargo de la patronal de las antiguas cajas de ahorro desde 2010 y es también presidente del Instituto Mundial de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas (WSBI, por sus siglas en inglés), que cumple este año un siglo de historia. José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, también ha renovado como vicepresidente.
Las entidades financieras adheridas a la CECA acumulan el 38% de los depósitos del sistema financiero español. Además, la asociación agrupa a 32 fundaciones responsables de la obra social del sector, cuya dotación conjunta ascendió el año pasado a 851 millones de euros, un 6,4% más que en 2022. Dicha financiación permitió realizar más de 80.960 actividades, con más de 30 millones de beneficiarios. Desde la aprobación de la ley de cajas en 2013, que impulsó la conversión de aquellas entidades en bancos, la obra social del sector ha ascendido a más de 7.800 millones.
Ante la 117 asamblea general de la asociación, Fainé ha advertido de que la economía afronta "algunos desafíos importantes que, como país, todos los agentes" deben afrontar. Entre ellos, ha citado la necesidad de reforzar la inversión empresarial, "utilizando y, si puede ser, prolongando" el impulso de los fondos europeos; mejorar la productividad, "apostando más por la inversión en capital humano, la innovación y el emprendimiento"; y "apuntalar" la estabilidad financiera del país, "para lo cual se necesita, entre otras cosas, que las entidades financieras sigan siendo eficientes y solventes, y que el sector público asegure la sostenibilidad presupuestaria".
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