Quién es Daniel Noboa, el popular presidente de Ecuador que sigue el modelo Bukele y que provocó una crisis en la región

 


QUITO.– De pocas palabras y mirada recia, el presidente Daniel Noboa llegó al poder de Ecuador en noviembre pasado con el compromiso de actuar con firmeza contra la violencia del narcotráfico, una actitud de mano dura al estilo del popular líder salvadoreño Nayib Bukele, cuyo modelo de seguridad cosechó admiradores en toda la región.

“Este gobierno está tomando las acciones necesarias que en los últimos años nadie quiso tomar. Y para eso se requieren huevos grandes de avestruz, no huevos de cartón”, dijo entonces Noboa, que ahora afronta una crisis internacional por el asalto policial a la embajada mexicana, y que su gobierno también justificó como necesario.

Hijo de un magnate bananero, el presidente más joven de América Latina amasó apoyos camino a las elecciones vestido con chaleco antibalas y con un discurso de firmeza contra el narcotráfico, una repuesta esperada por la aterrada población tras el asesinato a balazos del candidato Fernando Villavicencio que alteró la campaña.

Daniel Noboa alcanzaba lo que no logró su padre, Álvaro Noboa, uno de los hombres más ricos de Ecuador, quien aspiró en cinco ocasiones a la presidencia y quiso vencer sin éxito al exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017). Vueltas de la vida, el detenido Jorge Glas había sido vicepresidente de Correa.

Casi un desconocido en la política, Noboa solo había ocupado el cargo de legislador por un breve periodo (2021-2023). Durante esa época fue cuestionado por un presunto conflicto de intereses al financiar de su bolsillo el viaje de siete diputados a Rusia, uno de los principales destinos del banano de su empresa familiar. El viaje ocurrió luego de la invasión rusa de Ucrania, rechazada por Quito, lo que avivó las críticas.

El nuevo mandatario se comprometió a frenar el sangrado del país, que en 2023 vivió su año más violento con 7800 homicidios y más de 40 asesinatos por cada 100.000 habitantes. “Estamos en un estado de guerra y no podemos ceder ante estos grupos terroristas”, dijo Noboa, y declaró al país en “conflicto armado interno”.

Noboa desplegó tropas contra las bandas que tomaron gran parte de Ecuador en su lucha por controlar las rutas de tráfico de cocaína y transformaron uno de los países más pacíficos de la región en uno de los más mortíferos. Según las fuerzas armadas, todo integrante de un grupo delictivo se había convertido en un “objetivo militar”.


La agresiva respuesta de Noboa redujo la violencia y ha brindado hasta ahora un sentido de seguridad a lugares como Guayaquil, una ciudad de 2,7 millones de habitantes y puerto clave para el narcotráfico, impulsando la aprobación del gobierno a más del 75%.

Pero también, como sucede en El Salvador, hizo sonar las alarmas por medidas cuestionables como ordenar detenciones masivas en las que cayeron personas inocentes. “Esto no es algo nuevo, innovador”, dijo Fernando Bastias, del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos de Guayaquil. “Y más bien lo que está incrementando son casos de graves violaciones a derechos humanos”.




Post a Comment

0 Comments