Los
Angeles Lakers viajan bajo mínimos en el bote salvavidas del play-in, aunque
desean con toda su alma volver a subirse al barco de los playoffs. Esa sexta
plaza que otorga el último billete directo a la fase final de la NBA sigue tan
cerca y tan lejos como en los últimos meses, desde hace ya unas semanas a tres
partidos de distancia.
La
victoria por 136-105 contra los Atlanta Hawks, prácticamente obligatoria, como
en la mayoría de encuentros que restan para ellos esta temporada regular, les
mantiene con vida en su persecución.
En
gran parte, el mérito es de LeBron James, el jugador más veterano de la
competición a sus 39 años. Con 25 puntos, 7 rebotes y 10 asistencias (10-14 TC;
2-5 3P), el astro angelino comandó un triunfo que permite a los suyos
recuperarse de la doble derrota contra Sacramento y Golden State el fin de
semana, dos de sus rivales directos en la lucha por escapar del play-in.
El
revés de los Warriors anoche contra los Knicks, les permite recuperar por ahora
la novena plaza, si bien su mente sigue dispuesta en cazar a unos Kings que no
aflojan pese a necesitar anoche una prórroga contra los Grizzlies.
"Es
esa época del año, especialmente para nosotros, cada partido es un partido de
playoffs, y LeBron está centrado en rematar la faena", decía Anthony Davis
sobre el rendimiento de su líder de filas. el pívot, por fortuna sano después
del susto del fin de semana, aportó 22 tantos, 15 rebotes y 6 asistencias en la
victoria. Todo el quinteto titular de L.A. rindió como se espera, y fue
D'Angelo Russell, con 27 puntos, 4 rebotes y 10 asistencias, el máximo anotador
del encuentro.
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