Anoche
saltó la sorpresa en Minnesota, y no porque los Timberwolves ganasen a Golden
State. Tras ver a los californianos arriba en el marcador durante muchos
minutos, en el último cuarto los locales se pusieron por delante y fueron
ganando ventaja mientras Stephen Curry lo veía todo desde el banquillo.
Hablamos de que el base estuvo sentado 11 minutos seguidos y sólo volvió al
parqué a poco más se seis minutos del final. Para entonces los Warriors no
pudieron levantarse y terminaron perdiendo 114-110.
«Quiero
jugar tantos minutos como esté fresco y pueda, así que estoy un poco
sorprendido sabiendo que estaban yéndose en el marcador. Nuestra ventaja se
estaba desvaneciendo», comenta un Curry que terminó jugando 30 minutos para
irse hasta los 31 puntos.
Concluido
el encuentro, en rueda de prensa no tardaron en preguntar a Steve Kerr por su
decisión de limitar de esta manera los minutos del base. El técnico deja claro
que se trata de mantenerle con energía a lo largo de toda la campaña.
«No
podemos esperar simplemente subir al carro de Steph partido tras partido. Hemos
puesto la carga de esta franquicia sobre sus hombros durante 15 años. No
podemos esperar que juegue 35 minutos… Si quieres decir que él juega 30 minutos
en lugar de 32 y eso es lo que marca la diferencia entre una victoria y una
derrota, estoy totalmente en desacuerdo con eso. Estamos tratando de ganar un
partido, pero también intentamos mantenerlo fresco», sentencia.
En
cuanto a lo que queda por delante, el propio Curry cree que encontrar un
equilibrio es necesario. Ante Indiana jugó el último cuarto entero y anoche
sólo la mitad. Parece que no terminar de ver claro el plan. «Jugué todo el
último cuarto contra Indiana y no funcionó. Esto tampoco funcionó contra
Minnesota. Tenemos que encontrar un punto intermedio», concluye.
0 Comments